Continuación del [Episodio 1]
Contemplé los fuliginosos tronos de treinta y un déspotas, y los súbditos y sicofantes que se aglomeraban en sus sombras; donde dieciocho esqueletos los desollaban metódicamente, evitando manchar los logos megacorporativos que adornaban sus huesos. Avisté entre los tronos una procesión de trece magos sin rostro, quienes blandían sendos báculos acabados en pentagramas mientras recitaban sus profanos nombres: Logomancia el Sabio, Telegnosis el Observador, Mesmerismo la Ilusionista, Correspondencia el Direccional, Kinetomancia el Móvil, Aspidomancia el Acorazado, Piromancia el Ígneo, Psicomancia la Regia, Xenogénesis la Fecunda, Gastromancia el Voraz, Hematomancia el Sanguíneo, Nigromancia el Médium y Abacomancia el Herrero. Murmurando entre sí, en un espantoso pidgin de siete lenguas muertas, transubstanciaban juntos el sufrimiento de los súbditos, destilando el vil elixir Orgón: el cual ingerían y metabolizaban como energía mágica o Maná, conjurando ominosos hechizos y rezándole a entes Altonatos mientras canalizaban poderes psíquicos a través de sus sentidos; sucumbiendo a anómalas sinestesias en el proceso.
Los fuliginosos tronos de treinta y un déspotas (Crédito: H.A. Matos).
Procesión de trece magos sin rostro (Crédito: H.A. Matos).
Observé cómo los Altonatos respondían a la devoción de los feligreses: analizándolos mediante aéreos avatares cubiertos de vidriosos ocelos y manifestados como dragones, ángeles y demonios. Tembloroso, escuché a una efervescente voz anunciar sus cargos y linajes: los agrestes Titanes del Poder, la Locura, el Deseo, el Hambre, la Melancolía, la Concupiscencia, las Sensaciones, la Violencia, la Mortandad y los Yermos; las sofisticadas Deidades del Gobierno, la Enseñanza, el Amor, la Domesticidad, el Ascetismo, el Comercio, la Vida, la Guerra, la Muerte y la Naturaleza; y los execrables Diablos de la Autodestrucción, la Desidia, la Beligerancia, la Depredación, la Peste, las Glaciaciones, los Asteroides, la Polución, los Torrentes y los Incendios; y asistí a la veneración de sus ancestros: los Arcontes de la Providencia, el Caos, el Orden y el Destino; los Pléromas del Tiempo, el Espacio, la Gravedad, la Energía, la Materia, la Luz, la Oscuridad, los Soles y la Entropía; y Abraxas, el inefable creador de todo ser sapiente. A través de los avatares, cada uno de ellos imbuyó su esencia: el Prósopon, en un selecto número de súbditos, convirtiéndolos en néfilim y separándolos del resto; mientras treinta religiones germinaban de las plegarias e invocaciones de todos los presentes.
Los Altonatos abren ocelos vidriosos como Avatares manifestados (Crédito: H.A. Matos).
El Prósopon fluye hacia los néfilim (Crédito: H.A. Matos).
Vislumbré como hendían sus propias carnes y hacían llover su sangre, languideciendo mientras cada gota separaba la tierra de las aguas; abría portales entre realidades; forjaba hadas, psicopompos y gigantes; y se disolvía en un caleidoscopio de desalmados seres vivos, que prontamente crecían y se multiplicaban. Un colosal cerezo se nutría de tal diluvio, rodeado por un flagrante halo, y de entre sus raíces emergieron veintitrés razas sapientes con sus ciento treinta y tres subespecies: los Elohim, los Memunim, los Galgalim, los Malakhim, los Degalim, los Ishim, los Shinanim, los Sarim, los Erelim, los Tarshishim, los Gibborim, los Mesharethim, los Elim, los Gedudim, los Salabim, los Hashmallim, los Tseba’im, los Shalishim, los Maelim, los Parashim, los Cherubim, los Chayalim y los Tagashim. Todas blandían el don de la Magia y el poder de subvertir las leyes de la Física, así como cristalinas y octogonales almas que perduraban tras la muerte como fantasmas. Recién nacidos pero adultos, enarbolaron estandartes amarillos, negros, rosas, púrpuras, blancos, rojos, verdes, naranjas, cian y azules; y se arrodillaron ante ellos, marcando la fundación de un quimérico país de oro, plata, bronce, cobre, cobalto, hojalata, mercurio, hierro, plomo, zinc, zafiros, esmeraldas, granates, restañasangres, ónices, topacios, ametistas, ópalos, lapislázulis y rubíes; al cual prendieron fuego entre sollozos mientras sucumbían al silencio al final de la existencia, erigiendo la última pira de su universo.
Los Altonatos derraman su sangre sobre el Mundo (Crédito: H.A. Matos).
The Twenty-Three Sapient Races (Crédito: H.A. Matos).
Quimérico país de metales y gemas bajo estandartes multicolores (Crédito: H.A. Matos).
Y vi, protegido de las llamas por una masa de efímeros miembros, un santo Compendio [1]: los secretos de una Época Perdida recopilados en un solo tomo. Animado por fuerzas celestiales, intentaba escapar el Fin de los Días y refugiarse en mi mente. Mientras lo hacía, un coro de voces incorpóreas me habló desde el humo, narrando las peripecias de:
El Compendio Kenomita (Crédito: H.A. Matos).
1.Eddy & Jas, Amor & Sombras: la romántica tragedia de un Nigromante y su cuasi-vulpina esposa; atrapados en una perversa red de crímenes atroces, intriga empresarial, brutal opresión, exquisitas confabulaciones, acerada eficiencia, despiadado sadismo y fría venganza.
Portada de Eddy & Jas, Amor & Sombras (Crédito: H.A. Matos).
2. La Gran Cazadora Azul: un relato de acción y terror, protagonizado por una cazadora de monstruos y su descenso hacia un inframundo plagado de temibles fieras, inconcebibles panoramas, peligrosos ecosistemas, sanguinarios depredadores, mórbidos mutantes, tiránicos maleficios, sempiternas tinieblas, acerbas moralejas e intrusos extra-dimensionales.
Portada de La Gran Cazadora Azul (Crédito: H.A. Matos).
3. La Canción del Ensueño: siete cuentos de aventuras y terror, que versan sobre “aquello que mora más allá de la realidad”; sus seductoras melodías; y la petulante curiosidad, arrebatadora obsesión, insoportable oprobio, crueles revelaciones, nocivas órdenes, fantasmagóricas epifanías y místicos trances que implanta en la psique de los mortales.
Portada de La Canción del Ensueño (Crédito: H.A. Matos).
4. El Descenso del Rey: Una «historia dentro de otra historia» de horror metafísico y fantasía oscura, que narra el viaje de un jefe tribal fallecido a través del Más Allá, las pruebas y tribulaciones de una existencia póstuma, el juicio de las almas, la topografía de los reinos de los Muertos, el peso embotador de la entropía y el ciclo de la reencarnación (En fase de publicación).
Portada del El Descenso del Rey (Crédito: H.A. Matos).
Crónicas Kenomitas I
El Viudo, la Cazadora y el Relator | Crónicas Kenomitas I | Edición Ilustrada 2024
Notas
[1] «El Compendio Kenomita» detalla el planeta Kenoma, fusionando la ciencia ficción, la fantasía oscura y la fantasía urbana; e incluyendo especies sapientes de bestial semblante, anacrónica ciencia aunada a la magia negra, ciudades asfixiadas por la polución, monstruos acechando en las afueras, gobiernos distópicos y voraces megacorporaciones, poderosos magos sembrando el caos con cada hechizo, milagros nacidos del sufrimiento; y semidioses, Titanes, Deidades y Diablos tratando la realidad como su exclusivo y vil dominio
El contenido del “santo Compendio” que describe el planeta Kenoma -disponible en inglés- se recoge en: The Kenomitian Compendium. 2024 Illustrated Edition: An in-depth treatise on the worldbuilding of «The Kenomitian Universe». ISBN: 9798834597247. Amazon – Independently Published. Las primera versión se editó en 2022: The Kenomitian Compendium. 2022 Edition: An in-depth treatise on the universe of «The Kenomitian Chronicles». ISBN: 9798834597247. Amazon – Independently Published.







