Entrevista con la epimorfista Jenna Glass

10 de Uriel de 1790 – En el corazón de Lōs, la capital de la Unión Oothoona [1], nos reunimos con Jenna Glass: una psicomante de rango Partzufim cuyo trabajo se sitúa en la polémica intersección entre innovación mágica, necesidad social y ética existencial. En esta entrevista poco común, Glass habla de la ciencia, la filosofía y las consecuencias imprevistas del “epimorfismo” y la “reescritura” de mentes, en especial en clones y Tlavati [2] elevados.

P: Para lectores que no estén familiarizados con su trabajo, ¿qué es exactamente el epimorfismo y en qué se diferencia de la reescritura?

R: El epimorfismo es una transformación psicomántica de estructura profunda: cambiar la mente, la personalidad e incluso los deseos de un ser vivo o un autómata. Puede ser sutil, como aliviar un trauma, o absoluto, creando una identidad totalmente nueva. La reescritura es una forma más aplicada, a menudo usada en clones con programación mental previa o en Tlavati elevados para frenar su degeneración hacia la barbarie. Técnicamente, la reescritura es epimorfismo hecho para mantenimiento, no para creación.

El reportero George Crowley entrevista a la epimorfista Jenna Glass

El epimorfismo es una transformación psicomántica de estructura profunda: altera la mente, la personalidad e incluso los deseos de un ser vivo o de un autómata (Crédito: Kenomitian).

P: Dice “degeneración hacia la barbarie”. ¿Por qué ocurre?
R: Es parte biología, parte metafísica. Los clones y los Tlavati elevados se construyen con mentes que están… incompletas. Sin un refuerzo psicomántico periódico, las vías neuronales colapsan, su Verdadera Voluntad se desestabiliza y el amarre del alma se deshilacha. Si pasa suficiente tiempo, se produce regresión: pérdida del habla, de la empatía, de la autoconciencia. En sociedades como la nuestra, eso es a la vez un problema humanitario y de seguridad.

P: Sus críticos sostienen que, en realidad, usted reprograma personas, no las cura.
R: Es una crítica legítima y no la desdeño. Cuando reescribes a alguien, decides qué se queda, qué se va y qué es nuevo. Eso es poder. Intento mantener intacta la Verdadera Voluntad original cuando puedo—pero “intacta” es una palabra filosófica. A veces, para mantener a alguien vivo y funcional, tienes que sobreescribir partes de esa persona. No es un trabajo limpio.

P: ¿Cómo percibe Da’as Elyon una mente epimorfada?
R: Como una esfera hecha de rostros quitinosos y tentáculos: cada rostro es un yo que el ser ha llevado. Con cada reescritura, la esfera se vuelve más compleja. Es un recordatorio de que la identidad no se borra; se estratifica.

Da’as Elyon percibe una mente epimorfada como una esfera hecha de rostros quitinosos y tentáculos: cada rostro, un “yo” que el ser ha llevado (Crédito: Kenomitian).

P: Hablemos de los Wights y los Ghasts—los llamados “seudo-fantasmas”.

R: Son la consecuencia oscura de la que a nadie le gusta hablar. Los Wights [3] son las mentes desechadas de un epimorfo—cada una, un fantasma de quien fueron. Los Ghasts [4] son lo mismo, pero para creaciones no elioud, como gólems y familiares. Si el creador muere bajo ciertas condiciones, esas mentes no se disuelven en Tohu. Permanecen, condenadas al olvido o a extrañas prisiones atemporales como Kalyptos o Abezethibou. Me he topado con mis propios Wights. No es… una conversación fácil.

Wights son las mentes descartadas de una epimorfosis: cada una, un fantasma de lo que fue (Crédito: Kenomitian).

P: ¿Es inevitable su creación?
R: No inevitable, pero probable si epimorfaste a menudo. Cada reescritura arriesga fragmentar el alma. Nigromantes pueden mitigarlo, pero la línea entre preservar y multiplicar es fina.

P: Algunos estados utilizan el epimorfismo para control político—me viene a la mente el Armonio de Astaphanos.
R: Astaphanos es… un caso particular. Todo el país está en reescritura constante. Dirigentes, ciudadanía e incluso la memoria cultural son remodelados en cada ciclo, alimentados por Orgón extraído de la miseria que causan esos destellos de vidas antiguas. Lo llamo una “enfermedad”. Mantiene la máquina en marcha, pero ¿a qué precio?

En Astaphanos, todo el país vive en un estado constante de reescritura, alimentado por Orgón cosechado de la miseria que provocan esos destellos de vidas pasadas (Crédito: Kenomitian).

P: ¿Qué hay de las limitaciones legales aquí, en la Unión Oothoona?
R: Permitimos el epimorfismo solo para esclavos clónicos y bajo una supervisión estricta. Eso ya es polémico de por sí. Pero comparado con naciones como Ikisat, que lo usan como castigo, o la Tecnocracia de Paraplex, que lo acopla a control químico, se nos considera… contenidos.

P: ¿Cómo le ven quienes han sido reescritos por usted?
R: Depende de la reescritura. Algunos me dan las gracias. Otros me evitan. Unos pocos… recuerdan fragmentos, lo suficiente como para resentirse. Y hay defensores—personas reescritas que creen que la intervención les salvó. Hablan en los Consejos. Me obligan a ser honesta.

P: ¿Existe una barrera de coste en Maná para este trabajo?
R: Sin duda. Cuanto más profundo es el cambio, más Maná consumes. Los Partzufim pueden sostener el proceso sin colapsar, pero incluso para nosotros es agotador. Demasiado, y te arriesgas a la inversión psicomántica: invocar lo contrario de tu intención sin querer.

Más allá de las palabras escritas...

P: ¿Podría hacerse epimorfismo de forma consensuada y transparente?
R: Sí, pero requiere consentimiento informado en el sentido más estricto: entender que puede que nunca vuelvas a ser la misma persona. Es una verdad dura para la mayoría. La identidad parece permanente hasta que la ves sobre la mesa.

P: ¿Ve paralelos con la neuroplasticidad y la formación de la identidad?
R: Totalmente. El cerebro puede “re cablearse” mediante pensamiento, experiencia y hábito. El epimorfismo es ese principio, pero magnificado, acelerado y vuelto peligroso. La ética es similar: que puedas cambiar a alguien no significa que debas hacerlo.

P: ¿Cuál es su postura sobre usar epimorfismo para mejora, no reparación?
R: Las mejoras son la pendiente más resbaladiza. Una cosa es estabilizar una mente; otra, esculpirla en un ideal para servicio militar, marca corporativa o carisma de liderazgo. Ahí es donde la condición de persona empieza a doblarse hacia la utilidad.

P: ¿Se preserva la condición de persona tras reescrituras repetidas?
R: Esa es la pregunta central. Creo que sí: la condición de persona es una propiedad del alma, no solo de la mente. Pero si desbastas lo suficiente la memoria, la voluntad y el deseo, puede que ya no tengas a la misma persona. Puede que tengas a alguien nuevo.

P: ¿Qué hay del riesgo de adicción al Orgón?
R: Es real. Especialmente en clones y Tlavati elevados. El proceso de reescritura puede enganchar al alma a ansiar el bucle energético del cambio en sí. Es algo que vigilo y trato activamente.

P: ¿Se arrepiente alguna vez de su trabajo?
R: Me arrepiento de mis errores. Me arrepiento de los Wights que no salvé. Pero las personas a las que he evitado perderse por completo… eso me mantiene en pie.

Jenna Glass sobre sus remordimientos: “Lamento los Wights que no salvé. Pero a quienes he impedido que se pierdan por completo… eso me mantiene en pie” (Crédito: Kenomitian).

Resumen final

El debate sobre el epimorfismo y la reescritura en Kenoma no gira en torno a si funcionan—funcionan—sino a si deben hacerse en absoluto y bajo qué límites. Para Jenna Glass, estas intervenciones psicománticas son herramientas, ni benévolas ni malévolas por esencia. Su peso moral recae por completo en la intención y el cuidado de quien las practica. A medida que Lōs y la más amplia Unión Oothoona lidian con las fronteras de la condición de persona, las voces de quienes fueron reescritos—y de los fantasmas que dejan atrás—moldearán las leyes y la ética de generaciones venideras.

El efecto del Epimorfismo en el ciudadano medio (Crédito: Kenomitian)

Notas extraídas del Compendio Kenomita

[1] Unión Oothoona: distopía Decopunk organizada como un esquema piramidal con un monarca absoluto, el Eupraxus, en su cima; quien comanda a los Perfecti: individuos, organizaciones y linajes que actúan bajo total inmunidad siempre y cuando impongan los edictos reales que reciben desde la capital: Lōs. Fue fundada a través de la unificación de la Federación Metis (democracia exclusiva y Steampunk), el Sagrado Reino de Zagreo (teocracia Raygun Gothic), Fanes Eupatria (las tierras ancestrales y Decopunk de las dinastías Eupraxii), los Territorios de Asterope (colonias extra-dimensionales de estética Steelpunk), y Sideris-Dominaria (colonias extra-planetarias de estética Atompunk).